Mis alumnos

Nestor es un profesor excelente y experimentado que sabe conectar con el alumno y con la música. Al principio me costó convencerme ya que existían otros profesores por la zona con precios más bajos, pero tras la primera clase me quedó claro que era una inversión que merece la pena al 100%. Para tocar una canción siempre puedes acabar encontrando algún tutorial de synesthesia en youtube pero sin la formación adecuada seguramente la pieza acabe sonando vacía. Nestor me ha enseñado a vibrar con la música y transmitir con lo que interpreto, además de sentirlo y disfrutarlo yo mismo. De volver a tener que elegir un profesor no tendría ninguna duda, Nestor 1000 veces.

Estoy muy contento de haber podido comenzar a conectar con el piano como antes nunca lo había hecho. Gracias Nestor por enseñarme un nuevo camino: el del aprendizaje y el disfrute, juntos.  Estoy descubriendo muchas cosas, sobre el piano, sobre la música… y hasta sobre mí mismo. Y de paso, caminando despacito, con las limitaciones propias, pero avanzando mucho y disfrutando más. Gracias Maestro Nestor. Por muchos años más, por mucha música más.

Las clases me divierten, y el piano me apasiona y me relaja al mismo tiempo.

¡¡¡¡ Me encanta tocar las teclas del piano!!!!

Nestor reúne las dos condiciones ineludibles para ser un buen docente: pasión por lo que enseña y compromiso con el alumno en su proceso de aprendizaje. Si a eso le unimos un excelente carácter, la mezcla proporciona una bella melodía, tan bella como las que él enseña a interpretar a nuestros hijos. Ánimo Nestor y muchas gracias por despertar en mi hijo una sólida afición musical.

La música me ha encantado y emocionado desde pequeño. Muy diferentes tipos de música han hecho que por dentro de mi cuerpo algo se mueva y vibre. Me pone la piel de gallina un tango de Gardel, un aria de Verdi cantada por Carlo Bergonzi o AC/DC en directo. Conforme he ido cumpliendo años he ido notando que me encantaría participar en este mundo de la música, y con esto no quiero decir tocar en un grupo si no el simple hecho de tocar un instrumento para mi propio disfrute. Que la música no sólo entre en mí sino que también salga de mí. Así, descartando cantar todo lo que no sea fuera de mi propia ducha o coche, encuentro en el piano una conexión para que ese movimiento musical hacia fuera fluya de manera natural.

     Entre los diez y los quince años di algunas clases en conservatorios y ahora, treinta años después, me he animado a buscar esta conexión con el piano que no había notado de joven, pero que algo me decía que existía. Tras un par de años con diferentes profesores he coincidido con Nestor. Con él, esta conexión con el piano ha surgido al instante. El mayor mérito que le atribuyo y de lo que le estoy profundamente agradecido es de cómo ha conseguido que sea yo el que desee tocar el instrumento y que en mí haya despertado una ilusión que andaba dormida por mi cuerpo. Ha logrado que experimente un gozo interno sublime cuando practico las partituras que vamos viendo en clase. Esta sensación estaba en mí, eso es obvio, pero no había conseguido sacarla y por consiguiente disfrutarla plenamente.
    Debo añadir que gracias a estas clases me he dado cuenta de que con el piano consigo conectar la velocidad de mi cabeza con la de mi cuerpo, algo que en el resto del día no me resulta fácil. Así, poco a poco, intento aplicar la práctica del piano a otras facetas de mi vida. No es fácil pero me parece un interesante reto a afrontar.

   Nestor lo llama pianotarepia, yo solo buscaba alguien que me enseñara a tocar unas partituras y me he encontrado con la magia de una conexión que fluye entre el piano y yo, que además mejora mi vida en general en muchos otros aspectos.

   Y lo mejor de todo esto es que estoy empezando.

Con cariño para Nestor. Gracias por enseñarme a vivir la música y ayudarme a descubrir nuevas partes de mí misma que han hecho que vea el mundo de otra manera.

¡¡Gracias Nestor por la parte que me toca!!

Es cierto que el mundo está necesitado de artistas así, que te permitan disfrutar de grandes momentos y te llenen de tanta energía... Es un lujazo sin duda tener a Raquel cerca, y desde luego un lujo tenerte a ti de profesor.  
Sin ti, sin esta manera de entender la música y enseñarla, nada de esto habría sido posible.
¡¡Mil gracias Nestor!!

Empecé a tomar lecciones de piano con Néstor hace poco más de año y medio. Jamás había tocado un instrumento antes, así que me acerqué a él con 28 años y con todo el respeto que impone este instrumento. Después de estos meses de lecciones, puedo decir sin ninguna duda, que fue una decisión acertadísima, no sólo por el  gran placer que se obtiene cada día practicando, sino por haber tenido la inmensa suerte de cruzarme en el camino de Néstor. Es un placer y una suerte, encontrarse con alguien que realiza su labor con tanta pasión y cariño como lo hace él. Para mí, un estupendo profesor que consigue alimentar cada semana la ilusión de seguir aprendiendo a tocar este precioso instrumento en el pequeño oasis de tranquilidad y calidez que logra construir. Muchas gracias Néstor por todos estos meses de pianoterapia.

Desde pequeña me apasiona la música. Empecé acercándome a ella con lo típico en una niña de cole de monjas... en el coro y tocando la guitarra.
Pero me fui haciendo mayor, y me quedaba embelesada viendo a los concertistas tocar el piano o el violín.
Ahora a mis 38 años, por fin tengo la oportunidad de descubrir por mí misma lo que es tocar el piano...un instrumento que siempre me ha parecido majestuoso.
Gracias a Néstor y a su manera tan cercana de enseñarme, empiezo a ser capaz de tocar las primeras melodías, incluso algunas que desde chiquitina había escuchado en los discos de mi padre.
He descubierto una nueva pasión y mi momento de paz dentro de este mundo de locos.

Gracias Néstor. Carlota está encantada con el piano y empieza a amar la música. Nunca dice que no quiere ir a tu clase. Gracias de todo corazón.

Me gusta la música porque me hace sentir libre. Cuando en el cole puedo tener vergüenza, miedo, tristeza... el piano me libera y soy quien soy.
Me gustan las clases con Nestor porque me ayuda a controlar con paciencia el piano, me ayuda con las dudas y me entiende, tiene paciencia y es justo, pero sobretodo porque le gusta el piano y la música, y me hace sentir eso tan especial que tiene la música.
Me gusta tocar el piano porque es una forma de expresar como soy y quién soy. Me gusta por que me gusta su sonido. Tocarlo es como tocar la libertad y es un método más de poder sentirme especial.
Gracias por todo y por ser mi profesor hacia mi felicidad en la música.

Tras un divorcio muy doloroso, igual que todos, supongo, un ámbito de ayuda que superó con creces mis expectativas fue recuperar el piano que apenas tocaba de niño. Lo cierto es que no fue tanto el piano sino el enfoque que Nestor procuró en sus clases de piano para toda mi familia. Con paciencia, sin grandes expectativas a corto plazo, pero con unos beneficios cada vez más evidentes en cada uno de los miembros de mi familia, empezando por mis hijos y acabando conmigo.
El piano es hoy un miembro más de la familia, un lugar donde sabemos que podemos relajarnos y aprender juntos, disfrutando de cada tecla, de cada pequeño paso, en común, en familia.
Pianoterapia es una palabra que perfectamente describe los beneficios de asistir a breves "sesiones" con Nestor.

El piano me parece un instrumento estupendo. A veces toco el piano para relajarme o para divertirme. Me parece un “juguete” genial.
Nestor me parece un profesor estupendo. Me lo paso muy bien en sus clases. No mete presión y te da piezas de piano divertidas. Es una persona maja y alegre. Te enseña muy bien a tocar el piano, y a veces te da opciones de piezas para que elijas. Él me parece una buena opción de profesor porque aprendes mucho con él.

Lo que voy a decir lo digo primero desde el corazón, ya que es ahí desde donde imparte sus clases Nestor, y también desde la experiencia que me da el llevar 23 años tocando en directo tanto en España como en extranjero y haber grabado varios discos en el camino. A lo largo de estos años he asistido a clases de piano con varios profesores, incluidas escuelas de música de reconocido prestigio entre músicos. En un principio daba las clases para mi, y luego para llevar el piano como complemento en el escenario, ya que soy cantante. Pues bien, nadie de todos estos profesores y escuelas, me ha aportado tanto en tan poco tiempo como Nestor, tanto en el piano como en la forma de verlo.
Nestor crea una "simbiosis" tal entre instrumento y alumno, que apenas te das cuenta del espectacular avance que vas adquiriendo, y todo en un ambiente relajado y ameno. Nestor no es un profesor de piano, es "EL" profesor de piano. En su estudio no encontrarás títulos ni "zarandajas" colgados de la pared, lo que encontrarás es a una persona que te escuchará, te observará escrupulosamente al piano, y te enseñará justo lo que tienes y como tienes que aprender, de acuerdo a tu gusto musical. Muchas gracias Nestor por tus enseñanzas y tus charlas educativas.

Toco el piano porque me gusta la música y me gustan las clases porque aprendo mucho.

Con el piano puedo tocar la música que a mi me gusta y Nestor me enseña lo que no me sé.

Me gusta el piano porque siento lo que toco. Cuando toco una canción alegre me pongo contento y una muy lenta me entristece. Antes cuando tocaba el piano era sólo practicar y practicar, pero ahora con Nestor comprendo lo que estoy haciendo y para qué lo estoy haciendo, y así lo puedo aprender mucho mejor.

Pensé que pasados los 50 había llegado el momento de realizar aquello que siempre me gustó y nunca tuve la ocasión de poner en práctica.
Ahora que tengo la oportunidad, y gracias a Nestor, que confía en mí mucho más que yo, he encontrado en el piano mucho más que un disfrute, es mi aliado perfecto para evadirme de todo y de todos cuando lo necesito.

No creía que con mi edad (40) pudiese empezar a aprender piano, pero como soy cabezón decidí intentarlo, y la verdad es que Nestor me lo está haciendo posible.
Antes de empezar las clases, intenté aprender por mi cuenta, pero rápidamente llegué a la conclusión que uno NO DEBE aprender piano por sí solo. Hay determinados detalles que es prácticamente imposible ver que lo estamos haciendo mal sin la ayuda de un profesional, y lo peor de todo es que si los seguimos haciendo mal, creamos vicios que después de un tiempo difícilmente se eliminan.
Por otra parte creo que en cualquier área de la vida no es suficiente saber del tema para enseñarlo. Hay que saber enseñar y Nestor lo sabe, además se nota que es un apasionado de la enseñanza.
Puedo decir que merece la pena aprender el piano y creo que lo más importante es tener un buen profesor. Nestor lo es sin duda y la prueba está en la evolución que he notado en mi piano desde que empecé mis clases.

Néstor ama la vida, ama la música, ama el piano y ama la enseñanza. Disfruta enseñando y eso se nota mucho. Se prepara bien las clases, es metódico, piensa en qué le conviene a cada alumno y luego se lo enseña. Pocos profesores enseñan a aprender y Néstor lo hace continuamente. Es un investigador de la enseñanza, está continuamente mejorando cómo sacar el máximo provecho de cada alumno, las obras que más le convienen, lo que debe estudiar y cómo debe estudiarlo. Intenta sacar el mejor sonido del piano y lo hace a través del entendimiento de la relación hombre-piano y del uso de la mejor técnica en cada situación. Piensa en cada gesto, en cada músculo, en cada movimiento y en cada posición. En cómo afecta todo esto al sonido y a la expresión de la música. Llevo estudiando piano 17 años con varios profesores y Néstor me ha sorprendido muy gratamente. Ha sido una suerte haberlo encontrado.

Buenos días Néstor. Muchas gracias por la audición del sábado, como madre orgullosa lo he enviado a toda la familia y amigos.
Te agradezco la oportunidad de darle a los niños una educación de calidad, motivándolos. Ellos están felices, y los padres ni te cuento. Cuando mi tiempo me lo permita ya seré tu próxima alumna. Es una de mis asignaturas pendientes.
Me alegra que sientas la pasión que sientes por tu trabajo. A mi me pasa igual cuando aprendo nuevas cosas.
Me alegro que seas parte de la educación de los niños.

Es probable que existan muchos profesores con un nivel académico mayor, pero será difícil encontrar una persona con el talento pedagógico, humano y empático con el que cuenta Nestor.
En una disciplina tan complicada como es el piano, Nestor sabe sacar lo mejor de cada alumno (ya tenga 4 años o 60) y se adecua a nuestras necesidades, preferencias y gustos con el único objetivo de hacer que cada uno de nosotros disfrutemos de su pasión: la música.
Y esto es lo que lo diferencia del resto, que Nestor disfruta con lo que hace, y eso se nota y logra transmitir su entusiasmo y su optimismo en cada una de sus clases.
Nestor es un camaleón de la enseñanza musical, no porque se oculte sino porque se adapta a las peculiaridades de cada uno y logra aflorar lo mejor de nosotros.

Hace poco más de dos años me volvió a picar el gusanillo con el piano, lo había dejado hace ya más de 20 años. Empecé recordando solfeo y, después, tuve la suerte de conocer a Nestor. Cuando me dio la primera partitura pensé que jamás sería capaz de tocar aquello y, cómo no, salió y salió bien. Nestor consigue que lo más complicado parezca fácil, sus clases son increíbles, es muy paciente (mucho) y te transmite un optimismo que, en muchas ocasiones, hace mucha falta. Muchas gracias Nestor por el tiempo que nos regalas.

Me gusta aprender piano porque es divertido y Nestor sabe muchas cosas. Desde que estoy con él he aprendido a tocar muchas cosas en el piano.

Cuando empecé las clases era mas pequeño y no me gustaba tanto el piano, pero cuando avancé me empezó a gustar más. Ahora me divierto mucho y me da ganas de practicar más.

Para mi el piano es una forma de conectar con mi verdadera esencia. Yendo a clases, haciendo mis deberes en casa y estudiando siempre estoy siguiendo una rutina, pero cuando toco el piano logro alejarme de todas esas preocupaciones y todos mis pensamientos se centran en la musica. Es como hacer yoga solo con los dedos y la mente.

Hola soy carlota (roelinda como me llama nestor)
Es muy buen profe de piano aunque le cuesta soportarme!!!
Aprendo muchas canciones que yo quiero y mientras toco el piano canto a la vez...
me encanta.

El piano es un amigo que encontré hace poco.
Un amigo que sólo me habla de cosas bonitas. No sabe nada de problemas de trabajo, de presupuestos, del menú de la semana, de si la bolsa sube o baja, de médicos….
No le interesa el precio del crudo ni quién saldrá elegido en las próximas elecciones.
Con su sonrisa permanente, habita en mi salón siempre dispuesto a compartir el tiempo.
Es capaz de compartir conmigo los momentos bajos acompañándome con su nostalgia, pero también se une a mi alegría ofreciéndome sus ritmos más animados.
Si le mimas y pasas tiempo a su lado, te premia con su melodía maravillosa, por eso me gusta tanto tocar el piano.
Gracias a Nestor, desde la primera clase he podido hacer música con mis manos! Más sencilla al principio y más elaborada después, pero siempre preciosa.

Desde pequeño he querido aprender a tocar un instrumento, pero hasta hace poco no me había animado a empezar a estudiar el que es mi favorito, el piano.
Soy de los que cree que los límites se los pone uno mismo, y que si de verdad quieres algo tienes que salir ahí fuera y conseguirlo. Para mí el piano no es solo un instrumento, es un símbolo de constancia, dedicación y esfuerzo; supone un reto difícil, como una montaña llena de obstáculos a sortear, pero ahí está la magnificencia de este instrumento, la satisfacción y el placer que supone el ver cambios y mejoras al superar las diversas pruebas que se presentan a la hora del estudio y aprendizaje.
Aprender a tocar el piano es una experiencia rica y estimulante que, con la ayuda de un profesor competente y capaz como Néstor, se torna en un disfrute exquisito de proporciones colosales.

Felices Fiestas Nestor desde Portugal!
Que sepas que echo mucho de menos tus clases y evolucionar en el piano.
Sigo tocando siempre las mismas!
Un beso muy grande!!
 

Me gusta el piano porque me divierto mucho.

Tocar el piano es divertido y me gusta mucho al final de una canción cuando toco y suena bien. Nestor es muy simpático y amable, y tiene mucha paciencia conmigo.

Me gusta mucho la música y siempre he querido poder tocar y crear música. Gracias a los métodos de Nestor ahora puedo tocar el piano y me siento muy bien tocándolo.

Siempre admiré a las personas que sabían tocar el piano. Me parecía tan complicado que pensaba que era algo que yo jamás podría hacer. Ahora, con Néstor, creo que vamos a poder conseguirlo. Todavía estoy empezando pero sé que gracias a él voy por buen camino. No sé hasta donde llegaré pero lo importante es cuanto lo disfruto y además desde el primer día. Aunque tengo ya mis años veo que nunca es demasiado tarde para enriquecer el espíritu y tranquilizar el ánimo. Las clases de Néstor me ayudan en ambas cosas.

¿Qué es la música? Podría definirla, pero me atrevo a decir que quienes visitéis esta web estaréis muy alineados conmigo. Es el instrumento perfecto, capaz de evocar todos los sentimientos posibles, desde paz hasta agresividad, de la felicidad a la tristeza. Yo trato de escuchar música siempre que puedo, desde el trabajo hasta en mi equipo de música en casa, pasando por el coche. Pienso y me viene a la cabeza el acto final de Las Bodas de Figaro, el Requiem de Mozart, Los Conciertos de Brandemburgo de Bach, 9 de Damien Rice, Dangerous de Michael Jackson, La Guerra de las Galaxias de John Williams, Invierno de Vivaldi, El Caballero Oscuro de Hans Zimmer, y un largísimo etcétera.

Acerca del piano, ciertamente hasta que no conocí a Néstor y me convenció para iniciarme en este instrumento, lo percibía como un instrumento más. Ya no. Creo que tiene algo especial, aparte del hecho de que son dos instrumentos en uno, como bien dice él. Y desde que empecé hace 1 año, no solo toco el piano (de momento, solo para mi disfrute) sino que además sé cómo interpretar una partitura.

Animo a todo el mundo a intentarlo, ha sido la mejor actividad “extraescolar” que he hecho. Con la ayuda de un gran amante de la música.

Volver a aprender a tocar el piano a los treinta y tantos ha sido una experiencia maravillosa al lado de Nestor. Su actitud, experiencia y conocimientos han hecho que el proceso haya sido muy intuitivo y adaptado a mis necesidades.

Las clases son chulas, divertidas y musicales. Y tocamos canciones muy bonitas.

Néstor me enseña a sentir la música en las manos.

Indecisión, dudas, temores. ¿Estoy a tiempo? ¿Será bueno el profesor? ¿Sabrá "entenderme"?
Por fin te decides e inicias tu primera clase de piano sin haber obtenido respuesta a todo ello. Es como comenzar una relación sentimental donde, poco a poco, entras en un mundo fascinante y lleno de posibilidades. Pero tu amante es exigente, te pone a prueba y te hace mirarte al espejo y reconocer tus propias limitaciones.
El piano es un excelente símil de la vida. Al igual que en ésta, hay dificultades iniciales, el esfuerzo es necesario, la disciplina indispensable, la constancia se premia. Pero al final y si perseveras, te mostrará su lado más hermoso, creando una complicidad y una satisfacción creativa que, independientemente de tus cualidades personales, te gratifica y te permite valorar muchas pequeñas cosas y desconectar de los llamados problemas, que después de unos ejercicios o una interpretación, te parecen menores.
Todo ello sería un esfuerzo inútil, si en ese largo recorrido no encuentras el guía apropiado. Néstor lo es para mí, porque no solamente es un técnico con una amplia preparación musical, sabe ejercer de psicólogo, pedagogo y te apoya en tus propios retos.
Profesores hay muchos. Humanistas pocos. Nestor reúne ambas condiciones. Gracias , amigo.
 

Cuando decidí apuntarme a piano no sabia como iba a ser, pero ahora después de siete meses sé que fue una idea buenísima, no solo por lo que me aporta a mí, que es mucho, si no por lo que yo ahora puedo transmitir a mis hijos. El piano es para mí el momento de evasión, de descanso y de disfrute. Me encanta mi profe porque ha sabido ser duro cuando yo necesitaba un empujón y porque está lleno de energía positiva que transmite en todas sus clases.

http://www.youtube.com/hermles

Una asignatura pendiente. Mi primer contacto con el piano fue en el colegio donde Miss Lewis, una profesora joven inglesa que había estado de misionera en África, conseguía mantenernos callados y atentos toda la hora contándonos sus experiencias en ese continente, que nos parecía de lo más exótico. Recuerdo que un día nos puso un disco de música étnica en cuya portada salía ella con un montón de niños africanos con los que lo había grabado. Tocaba el piano (un viejo Petrof) maravillosamente en las asambleas de cada lunes y, era ella, quien preparaba los conciertos de navidad y las obras de teatro. Con los años consiguió que el colegio le comprase un resplandeciente Yamaha y estaba encantada. Lo malo del brillo de ese Yamaha es que, si estabas comiendo chicle, te veía en el reflejo del lacado y te hacía tragártelo. Tenía un carácter malísimo.
Pero fue la madre de un amigo de la infancia, Carlos, quien más me hizo apreciar el piano. Tenía un impresionante Yamaha de cola que le ocupaba medio salón de la casa. Cuando bajaba desde mi casa en el quinto a buscarle, saltando los escalones de tres en tres, a veces ella estaba tocando. Entonces, me detenía y me sentaba en la escalera a escuchar. No quería tocar el timbre para no interrumpir ese momento que, para mi, era mágico.
Ya de mayor hice un primer intento de recibir clases de piano. La profesora era una mujer mayor sin hijos encantadora. Era muy buena para algunas cosas pero nunca me explicó como preparar una pieza, así que lo hacía de manera intuitiva, con mucho esfuerzo y con resultados a veces frustrantes. Luego me surgió un trabajo que me obligaba a estar muchos días al mes fuera de casa y ya fue imposible seguir. Además me daba la sensación de que me había “atascado”.
Lo bueno de las clases con Nestor es que para él todos somos capaces de tocar. Si algo no sale bien no es porque uno sea un “torpe”. Siempre le encuentra la explicación, que suele ser un estudio incorrecto o poco eficaz que se puede subsanar. Tiene salidas y alternativas para solucionar las dificultades con las que uno se va a encontrar.
Está claro que no todo el mundo puede ser pianista. De hecho, si poca gente vive de la música, debe ser por algo. No es fácil. Pero sí es realista alcanzar una meta que te permita disfrutar y llenar ese deseo de enriquecimiento personal que todos tenemos.
Para mi, no poder leer una partitura o ver a alguien tocar y parecerme ciencia ficción, me hacia sentir como imagino debe sentirse una persona analfabeta cuando ve a otra leer con soltura. Me parece demencial que en los programas educativos la música esté discriminada, cuando es parte esencial de la vida. Todo se reduce a asignaturas de uso práctico para seguir una carrera que tenga salidas. Jamás he utilizado el latín o el griego clásico en mi trabajo, pero nadie me quitará el placer de leer una inscripción en latín de una ruina romana o el nombre de una calle en Atenas. Lo mismo sucede con el piano. No terminaré dando conciertos pero estoy seguro de tener una afición que me durará toda la vida y que me dará grandes satisfacciones personales.
A todos los adultos que estéis pensando en dar clases de piano os recomiendo que dejéis de lamentaros por no haberlo hecho de niños. No se puede dar marcha atrás, así que lo mejor es dar el paso y comenzar. Nunca es tarde y de mayor se disfruta mucho más porque se es mas consciente de las dificultades, los progresos y se tiene una mejor comprensión musical.
¡Animo a todos y mucho piano!

La naturaleza interior de la música y la experiencia de la tonalidad.pdf

Mi relación con la música, creo que es sagrada, la amo, por ser, por deleite, por sabia, por exultante, por divina, por calmar, por excitar, por hacerme vibrar, por ayudar a fluir, por regalar, por acompañar, por crear.... por tantas cosas, pero sobre todo por su infinitud, no deja de asombrarme cómo se puede hacer tanto con sólo siete notas (en el caso de occidente).
Alguien me dijo una vez que la música es Dios, claro, no me extraña su comentario, es algo divino, o por lo menos (o por lo más), nos lleva directamente a otros estados a otras dimensiones y estoy segura que muchos me entenderán cuando digo esto y cuando estás allí, sabes que todo es infinito, todo es uno, uno es todo y entonces se aplaca el miedo y nos damos cuenta de la interconexión de todos los elementos de la naturaleza (incluídos nosotr@s), conectados aún más con el infinito. La música nos acerca a ello.
Sin ponernos tan cuánticos, podemos ver cuánta cantidad de personas se unen para eventos musicales, unidos coreando una misma melodía, o bien, cómo reacciónan los bebés con ella o los animales o las plantas, es asombroso su poder y su fuerza; nos convence, nos emociona, nos abre, nos hace SENTIR, porque al fin y al cabo, la mente (que nos limita constantemente) y el cuerpo se irán y el ser convertido en energía de amor, seguirá existiendo acompañado de la música que oiremos, veremos, tocaremos, oleremos y saborearemos con el ser de amor.
Néstor es el mejor profesor que he tenido, respeta cada espacio, regala sonrisas y nos deja ser. Nos hace sentir la música tal cual la entiende cada uno, se adapta a cada evolución y además aporta constantemente, eso no es fácil de encontrar en alguien que enseña, para mí, él es una persona (un SER) encantador, con el que se aprende y se crece. Es obvio que él ama la música y la entiende de otra manera, de una forma sagrada y cuando toca, al terminar me lo imagino recibiendo un lectisternio para la ocasión. Aunque quiero destacar que lo mejor es su sentido del humor, claro, no existe verdadera inteligencia sin ello y Néstor provoca sonrisas constantemente, creo firmemente que es el mejor método para aprender.
Para concluir, (no sé cuánto me podía extender), deseo expresar mi total apoyo a Néstor en lo que sea y me gustaría añadir que cuando yo me encuentre en mis postrimerías allí pueda reirme con Néstor y seguir compartiendo, el más allá lo tengo claro, allí estaremos todos amándonos.
Un abrazo y que mi energía de amor se extienda sobre todos vosotr@s.
 

Nestor ha cambiado mi concepto del piano. Ya no es un instrumento tan complicado, que me lleva mucho tiempo y apenas avanzo...me he dado cuenta que aprender el piano es algo fluido, un aprendizaje en el que,  poco a poco, con una técnica que me asombra, vas avanzando sin darte ni cuenta, disfrutando con lo que haces. Ahora estoy disfrutando del piano como nunca, gracias a Nestor.

Siempre he sido de temperamento más bien introvertido y quizás por eso me sentí atraído por el piano, ya que me permite aislarme del resto del mundo cuando me apetece estar a solas, pero al mismo tiempo sin encerrarme demasiado en mí mismo, ya que después puedo compartir con los demás mis progresos y regalar mis pequeñas obras maestras de la interpretación.

El piano me permite expresar cosas que no puedo o no sé decir con palabras, por vergüenza, timidez o por cobardía. También puedo sentir a través de mis manos, mis brazos y prácticamente con todo el cuerpo la infinidad de matices y sutilezas que la interpretación de una pieza musical produce, por simple o compleja que dicha pieza pueda ser. Esto es algo que antes de empezar a tocar por mi mismo, yo no era capaz de percibir.

Cuando "sólo" escucho música puedo disfrutar de mis piezas preferidas o de todas aquellas que aún no soy capaz de tocar, que por supuesto son la inmensa mayoría, pero cuando no sólo escucho música, sino que soy yo el que se sienta delante del piano y el que "hace" la música, aún con la pieza musical más sencilla, entonces esa pieza se convierte en algo absolutamente personal y único: una expresión de mi estado de ánimo, de mi sensibilidad en ese momento y de lo que realmente siento y no me atrevo a expresar con la voz, por mi habitual timidez.

Supongo que cualquier aficionado a la interpretación musical sentirá lo mismo sea cual sea el instrumento que haya elegido, pero creo que el piano realmente tiene algo único y especial: no sé si será el hecho de que una sola persona pueda ser capaz de tocar al mismo tiempo la melodía y el acompañamiento, o en el caso del fantástico Bach y de otros compositores, la increíble experiencia de verse a uno mismo tocando dos melodías diferentes a la vez, una con cada mano. Algo que realmente nunca pensé que sería capaz de hacer.

En cualquier caso, la realidad es que me encanta el piano y me alegro muchísimo de haber descubierto mi afición por este instrumento. Mucha culpa de este apasionamiento por el piano es de mi profesor Nestor, ya que él es quien me enseñó a acercarme a su aprendizaje sin ansiedad, sin nervios y sin ningún tipo de agobio ni presión. Él lo llama Pianoterapia.

Gracias a sus lecciones y su paciencia infinita ahora soy capaz de divertirme con cada momento que paso con el piano, sin preocuparme por ninguna meta y puedo disfrutar del inacabable viaje que supone aprender a tocar este increíble instrumento.

Por cierto, aparte de todo lo anterior, la verdad es que el piano queda fantástico en mi salón. :)

Me gustan las clases porque Nestor tiene un piano, tiene teclas, tiene un ordenador y se pueden hacer canciones.